ENSEFALOPATIA POR HIPNOXIA Y POR ISQUEMIA
es el síndrome producido por la disminución del aporte de oxígeno (O2) o la reducción mantenida del flujo sanguíneo cerebral (FSC) al encéfalo. Puede ser provocada por una hipoxemia sistémica (asfixia, insuficiencia respiratoria), una alteración en el transporte del O2 (anemia aguda, intoxicación por monóxido de carbono) o una reducción del FSC global (paro cardíaco) (1,2,3,4).
La insuficiencia circulatoria produce hipoventilación e inversamente la hipoxemia disminuye la contractibilidad cardíaca, por lo que frecuentemente la hipoperfusión y la hipoxemia se presentan asociadas, reflejando su naturaleza dual (1). Situaciones especiales son la hipoxia intracelular debido a la intoxicación por cianuro (hipoxia histotóxica) (4) y la insuficiencia placentaria en la asfixia perinatal.
Esta revisión considerará como modelo el paro cardiorrespiratorio ya que es la causa más frecuente en la práctica clínica de adultos.
LA ISQUEMIA
disminución transitoria o permanente del riego sanguíneo y consecuente disminución del aporte de oxígeno (hipoxia), de nutrientes y la eliminación de productos del metabolismo de un tejido biológico. Este sufrimiento celular puede ser suficientemente intenso como para causar la muerte celular y del tejido al que pertenece (necrosis). Una de las funciones principales de la sangre es hacer que el oxígeno tomado por los pulmones y nutrientes circulen por el organismo y lleguen a todos los tejidos del cuerpo.
Para sobrevivir, las células necesitan obtener energía. En general, hay dos maneras de generarla (ambas basadas en procesos químicos) que aprovechan la energía almacenada en uno o más enlaces: por la vía de la fermentación o bien a partir de oxígeno. Si la isquemia es muy grave puede llegar a la anoxia lo que implica que los tejidos de esa región no podrán contar con la energía necesaria para sobrevivir. De esta manera, el tejido muere. Cada tejido tiene un nivel diferente de tolerancia a la falta de oxígeno.
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